· La portavoz de Cs, Olga Louzao, planteará al Pleno contratar una auditoria energética, implementar un plan de racionalización del consumo en las dependencias municipales, apostar por sistemas de energía fotovoltaica y sustituir calderas de gasoil por sistemas de biomasa que permitan quemar desechos de podas. Ve necesario ampliar en 2023 la partida de emergencia social para poder hacer frente a situaciones de vulnerabilidad que ya afectan a numerosas familias lucenses

La portavoz municipal de CS, Olga Louzao, anunció esta mañana que su grupo defenderá en el pleno crear un Plan de ahorro energético. Esta iniciativa que persigue reducir la factura energética del Concello a la vez que ampliar la partida de emergencia social de cara al próximo ejercicio con el objetivo de ayudar a familias cuya situación de vulnerabilidad se ha visto acentuada como consecuencia de la crisis energética.

«Solo en energía eléctrica, sin contar sistemas de calefacción, la factura municipal ascendió en 2021 a 5.520.000 euros. De este ejercicio 2022 no existe un total todavía pero se prevé que vaya a subir considerablemente, el aumento de este año se cubre con suplementos de crédito, que de momento ya ascienden 2,6 millones de euros, por lo que estamos hablando de casi 8 millones de euros. No tenemos duda de que, de seguir en esta línea en la que el Gobierno no ha implementado ni una sola medida de ahorro energético en sus dependencias, el gasto en 2023 se disparará por encima de los 8,5 millones de euros como mínimo», señaló Louzao.

«En primer lugar es necesario contratar con urgencia una auditoria energética que permita conocer la situación de cada uno de los contratos municipales y la situación de cada equipamiento municipal para planificar las medidas a tomar en cada lugar. En otras administraciones locales solo con la optimización de las ponencias  en los contratos se ha logrado reducir el coste energético en porcentajes superiores al 10%. En segundo lugar es necesario racionalizar el gasto de los edificios municipales. Para ello es necesario instalar termostatos en las dependencias municipales para limitar el gasto en calefacción, realizar una campaña de concienciación entre el personal municipal, agrupar a los trabajadores y unificar los horarios de las dependencias municipales, reorganizar horarios de encendido y apagado de las instalaciones  de climatización y reorganizar los turnos del personal de limpieza. Reducir los puntos de luz de pasillos y despachos en un 33%. Por último debe realizarse una apuesta por las energías alternativas, debe equiparse a los edificios municipales de sistemas de energía fotovoltaica para el autoabastecimiento y la sustitución de los sistemas diesel de calefacción por sistemas de biomasa que permita aprovechamiento de las podas de las zonas verdes públicas», expuso.

Desgraciadamente esta crisis afecta a los hogares, donde distintos estudios auguran un incremento del gasto energético de un 27,1% más que antes de la guerra, que podrá llegar a duplicarse de cara a 2024. En la actualidad, más de un 10% de la población se encuentra en una situación de pobreza energética, porcentaje que se incrementará en los próximos meses, también en nuestra ciudad. En previsión de este escenario, propondremos ampliar la partida de emergencia social para poder hacer frente las situaciones de vulnerabilidad que ya afectan a numerosas familias lucenses. Es necesario contener el gasto  energético municipal y extender la ayuda a los vecinos», concluyó.