Esta semana celebraremos una fiesta que, a pesar de no serlo, hemos acabado haciendo nuestra _la colonización imperialista del diablo estadounidense, que diría Maduro en sus soflamas_: Halloween, noche de brujas, noche de difuntos. Y en estas tenemos al portavoz del gobierno municipal, Raimundo González, adelantándose a esa noche de Halloween, que nos deleita con una perla lingüística en unas declaraciones sobre el candente tema de la EDAR de Lourizán: “Pontevedra conta cunha rede de saneamento acojonante”-.

Los gallegos somos afortunados de tener dos lenguas, el gallego y el castellano. Y dado que en dichas declaraciones el adjetivo empleado fue en lengua castellana, quiero referirme a él. De todos es conocida la riqueza lingüística del idioma castellano y cómo se utilizan las palabras en sus distintas acepciones. El verbo “acojonar”, según la RAE, es “impresionar profundamente o dejar estupefacto”. En otras acepciones también es “dar miedo a otra persona”.

El uso del adjetivo calificativo “acojonante” por parte del portavoz nos deja con una duda. ¿Qué acepción le quiso dar? Debería tranquilizar a las vecinas y vecinos de Lourizán, principales afectados por la polémica de la EDAR, y al resto de los pontevedreses acerca de qué quiso decir. ¿Es un susto? ¿Nos quiso acojonar, como adelanto de la fiesta de Halloween? ¿O se trata de una hipérbole del lenguaje, tan al gusto de nuestro gobierno municipal?  Sea cual sea, nos debe una explicación.

Además, el portavoz del gobierno municipal utilizó la palabra castellana “acojonante” en unas declaraciones realizadas en gallego, como es habitual. ¿Le traicionó el subconsciente?, ¿No encontró en “abraiante” suficiente grandilocuencia para hablar de la red de saneamiento?

En la noche de Halloween, una de las actividades que más éxito tiene entre los pequeños y no tan pequeños es el “¡Truco o trato!”. La leyenda dice que los espíritus de los difuntos deambulan libremente esa noche, pero también entes espirituales de todo tipo. Entre ellos uno malvado que ofrece casa por casa, “truco o trato”, y lo mejor es trato a cualquier precio, ya que el truco llevará la maldición a esa casa. ¿Qué será lo que el portavoz, convertido en ese ente malévolo, nos ofrezca?, ¿Nos dará algún susto? Esperemos a la noche de las brujas, duendes y difuntos para salir de dudas. Pero temo que los vecinos y vecinas de Lourizán no estén para muchos más sustos.

Gregorio Revenga Portela

Coordinador local y provincial de Ciudadanos en Pontevedra