No hay marcha atrás. Los resultados de las elecciones constatan que Ciudadanos en Lugo tiene presencia, apoyo y confianza en el proyecto que defendemos a diario.
Hace apenas un año estábamos dando nuestros primeros pasos en la ciudad y en la provincia. Hoy somos dos concejales en el Ayuntamiento de Lugo, uno en el de Ribadeo y más de trece mil votantes en toda la provincia.
Por supuesto, esta actitud optimista y positiva (suelo ver el vaso medio lleno) no oculta una decepción por el éxito que han tenido algunos al utilizar el voto útil como estrategia. Pero empiezo a comprender que así son las cosas. Me habría gustado que el PP pudiese defender su posición avalado por su buena gestión, no teniendo que recurrir al miedo o la pretendida debilidad de otros para recuperar su espacio político. Prefiero representar a Ciudadanos haciendo otra política. Apostamos por el diálogo y lo demostramos. Tratamos de transmitir valores que deberían prevalecer entre la clase política si hemos de contribuir a su triunfo en sociedad: el respeto, la tolerancia y la defensa, ante todo, del interés general.
Queda mucho camino por delante. Avanzar resulta más fácil cuando existe un equipo que persigue el mismo objetivo y que se mantiene al margen de cualquier interés particular. Esto es lo que nos hace más creíbles y más cercanos a la gente. Somos ciudadanos, personas normales involucradas en un proyecto político buscando aquello que no encontramos en otros, convencidos de que se pueden conseguir cambios que mejoren nuestra vida, votemos a quien votemos.
*Publicado en La Voz de Galicia, edición Lugo a fecha de 30 junio de 2016