GMCs. Lugo, 17 de marzo, 2016

 

Alberto Núñez Feijoo, Presidente de la Xunta, y Fátima Báñez, Ministra en funciones de Empleo y Seguridad Social, anunciaron el lunes la firma del protocolo de reasignación de usos del antiguo Hospital Xeral de Vigo, propiedad del Estado, para que pueda acoger la futura Ciudad de la Justicia.

Llama poderosamente la atención, como bien señaló el propio Nuñez Feijoo, la celeridad de este proceso que “en condiciones normales, llevaría meses”. No sabemos muy bien cuáles son esas condiciones “normales”, aunque parece claro que deben aplicarse a Vigo y no a Lugo, donde llevamos estancados en un aparente bloqueo administrativo casi 5 años.

Va siendo hora de que las distintas administraciones se crean sus propias palabras y apliquen esa “leal cooperación” de la que hablaba la Ministra Báñez para sumar “voluntades y multiplicar resultados”.

Es inadmisible que nuestro “Xeral” siga en las condiciones en las que está. Que un lugar emblemático que debería haberse convertido en el motor de la revitalización del barrio de A Residencia y sobre cuyos nuevos usos –servicios absolutamente imprescindibles para la ciudad- hay amplio acuerdo, se haya convertido en una herida abierta en el corazón de Lugo.

La Xunta debería explicar por qué esta explosión de iniciativa e impulso que han demostrado con el Xeral de Vigo brilla por su ausencia, lleva años brillando por su ausencia, en el caso de Lugo. Lo mismo podría decirse respecto al gobierno central.

El 1 de marzo,  el Parlamento de Galicia aprobó la Lei 3/2016 “de medidas en materia de proxectos públicos de urxencia ou de excepcional interese”. Nos preguntamos si ya ha habido algún movimiento por parte de la Xunta, o del Concello de Lugo, para ver  si esta ley puede aplicarse al caso del Xeral de Lugo. A estas alturas, es evidente que se trata, como define expresamente la Ley, de un “proyecto de especial urgencia o interés público”.

Sí, ya sabemos que el desencadenante, el motivo real de esta Ley fue la anulación del PXOM de Vigo, pero esperamos que Xunta y Concello sepan aprovecharla en Lugo. Si el equipo de Lara Méndez no encuentra la forma, les recomendamos que tengan una conversación con su colega de Vigo. El equipo de Abel Caballero sí parece haber sido capaz de encontrar el camino. Y de hacerlo deprisa.

Ni siquiera podemos ofrecer a los ciudadanos la tan manida excusa de la falta de fondos o de personal, algo que parece haberse convertido en la explicación para toda parálisis en este Concello, porque la única explicación es la falta de voluntad para desbloquear el proceso. No se puede de otra manera justificar esta diferencia entre el tratamiento discriminatorio que reciben el Xeral de Vigo y el de Lugo. Se ve que esa “leal cooperación” entre las administraciones no es de aplicación en Lugo.