GMC’s. Lugo, 8 de abril, 2016

En la visita que realizamos ayer a la zona de la antigua cárcel, por cierto, una de las más expuestas a la vista de los visitantes que llegan a Lugo a través de la estación de autobuses, pudimos constatar que no se ha producido ningún avance significativo en lo que va de año.

Además de las evidentes implicaciones para el avance del propio proyecto y el ya mencionado impacto visual sobre los visitantes, el cierre completo del tramo de la Plaza de la Constitución que bordea el edificio de la antigua cárcel dificulta considerablemente tanto el acceso a la estación de autobuses como el tránsito entre el centro histórico y la Plaza Bretaña, con el consecuente perjuicio para residentes y comerciantes.

Esta situación, que aunque necesaria, dado el estado en el que se hallaba aquel muro, debería haber sido provisional y de rápida resolución, tiene todos los visos de convertirse en semi-permanente tras tres meses de parálisis. Por supuesto, a estas alturas, es difícil sorprenderse, ya que no hace sino reflejar la parálisis del propio Concello (excepción hecha de la velocidad a la que se tramitan ciertas instalaciones privadas en la vía pública) a la que ya nos va teniendo acostumbrados el gobierno de Lara Méndez.